10% de descuento abonando por transferencia bancaria | ¡Envíos a toda Argentina!
Quizás quienes están hace más tiempo por acá recuerdan que daba sesiones de Sanación Emocional. Por un tiempo, fui atravesada por un síndrome del impostor que me ocupó por completo, por un discurso interno nefasto. Por esa vocesita que te dice, y vos quién sos para ayudar a alguien más? Si no tenés todo resuelto, si tu vida por momentos se vuelve un completo caos. No sos el ser de luz que desde el ego te creiste. No viniste a salvar a nadie. Tenés que salvarte vos. Y ahí caí, quedé recluida en mi propia oscuridad, obligada por mi misma a transitar esa sombra que me venía a contar todo lo que había en mi inconsciente, mi autocastigo, todo lo que escuché alguna vez y tomé como parte de mi identidad para repetírmelo hasta el cansancio.
Eso logré, cansarme, agotarme, drenarme completamente. No, nada de todo esto nace de un campo de rosas. Nace del pantano más oscuro, más profundo, denso y pegajoso, de eso que cuando querés salir... te atrapa más aún, poniéndote a prueba, desafiando tu propio poder, a ver si esta vez aprendiste. Porque había algo de mi que aún estaba ELIGIENDO eso, porque eso es lo que conozco, eso es lo que acostumbro a habitar, el lugar donde vuelvo a caer, y no, no es la primera vez.
Lo que cambia es mi nivel de conciencia, porque nada del trabajo personal es en vano, todo te trae una nueva cuerda que te saca del lodo, ese click que decís CLARO, ES ESTO! Y de pronto... luz. Ves esa guía, que siempre estuvo ahí, pero estabas mirando a cualquier otro lado, eligiendo lo conocido, lo que te mantiene en ese lugar que aunque sea horrible y doloroso, es ese dolor conocido al que volvés. Pero en un momento viste ese reflejito de costado que te marcaba el camino, y elegiste -al fin- prestarle atención. Diste ese medio pasito y acá estás, viendo como todo fluye con total naturalidad, facilidad y gozo. Hacia donde SABÍAS que tenías que ir. Porque sí, lo sabías, las señales estaban claras, siempre lo supiste. Siempre lo supe.
Acá estoy hoy, luego de atravesar mi pantano más oscuro, que también es parte de mi. Que está dentro mío, pero que elijo transformarlo en un espacio para sanar. Como si viniera una ola de mar con toda su fuerza a transformar eso tan pesado, en algo que simplemente fluye. Que el pantano sigue ahí, pero hoy su agua es más clara, diluida, liviana, y encontró un cause que lo lleva por un camino mejor. Por eso decidí volver a abrir este espacio, en voz alta.
¿Y la guía de quién venía? De Iemanjá. Para una que se llenó la boca diciendo que no cree en imágenes, que son representaciones que el humano le dió a energías -cosa que aún creo en parte-, pero es que la conexión que tengo con Iemanjá ni siquiera la puedo explicar. Es pedirle al universo una guía y que se me aparezca, en concreto, manifestaciones super claras, sin metáforas ni analogías, cosa que no pueda darme lugar a la duda ni un segundo. En algún momento me tenía que dejar de hacer la b0lud4 y escucharla. El momento llegó.
Hace unos días leí en algún lado "no porque algo no se vea, significa que no está pasando". Nada que me represente más que yo, en mi trabajo personal, en mi brindarme también a otrxs, pero desde el silencio. Porque alzar la voz puede llegar a molestar a alguien, puedo llegar a recibir juicio de valor. Como si alguien fuera lo suficientemente perfecto como para juzgar a quien tiene al lado. Entonces, siempre haciendo calladita para no incomodar a nadie.
Hoy pienso, si a alguien le incomoda... es su proceso. Hoy quiero volver a abrir este espacio al público, porque se que puedo, porque confío en mi ser, porque me sostengo en mi proceso, y principalmente porque se que no necesito ser perfecta para poder asistir y acompañar a alguien más. No, no te voy a solucionar la vida, pero tengo los medios, la experiencia y los testimonios de mis consultantes, que lo que brindo LES SIRVE. Y eso es lo que me llena el alma. El poder servirles, porque cuando ustedes sanan, yo también sano. No hay una Sabrina que brinde un servicio, si no hay una persona del otro lado que lo requiera, que resuene con mi propuesta y lo reciba. No hay un yo sin un otro, somos parte del todo.
En concreto. Abro públicamente agenda para Sesiones de Sanación Emocional de Iemanjá. De manera individual y a distancia. ¿Para qué te sirve a vos? Para liberarte. Para que Iemanjá a través mío se lleve todo eso que te pesa, que te desgasta, que te angustia, que te oscurece. Porque sí, todos lo tenemos, es natural, es humano y no está mal que te sientas así. Siempre tenés la posibilidad de mejorar. La sesión no es una solución a la vida, es una asistencia, una ayuda, para sacar del medio desde el lado emocional -que tanto nos afecta- lo que te impide fluir con la vida. Y una vez ahí, más liviana, puedas continuar transitando tu camino, tomando decisiones y avanzando en eso que querés.
Si resuena con vos, sentís que puede servirte, contactame por Whatsapp al 1164922652 o por mensaje de Instagram @almalibreoficial y coordinamos una sesión. La decisión es tuya, siempre tenés el poder de ELEGIR.
Sabri.